Luego de un par de vueltas se vuelve al sueño que se había suspendido tras un trago de agua, el insomnio se había apoderado del anhelo de un pobre servidor que los viernes luego de vivir la vida semanal, le llegaba la hora de pensar aunque sea en sueños en él mismo. Lástima que cueste tanto, es una pena hallarse incómodo, o quizás es aún mas triste acostumbrarse a esa sensación de disconformidad y tratar de llevarla para luego de cuatro días no se le arquee tanto la espalda por el fastidio que esta provoca.
Es en ese momento cuando se llega a pensar, cuando el hombre quiere frenar, y se vuelve mortal, siente ya no poder aguantar y respira porque es útil y vital.
Llega a hacer contacto con quien sabe cuantas sensaciones y despide mil sabores hasta el lunes donde todo vuelve a empezar.
Se recuesta el hombre que vive y respira día a día tras esa imagen de fantasma servicial, vuelve a encontrar el origen y siente conectar.
Luego me mira ya de vuelta en mi mirar, se proyecta en mi y en caricias traduce aquello que no puedo de su sueño alcanzar, me cuenta que el sonido cuando dormitas se asemeja a cientos de voces deslizándote sutilmente y hay una luz que se quiere, terminar, es ahí cuando vuelve a estar conmigo y terminando con todo me traslada al sueño y ya esta listo para escaparse una ratito de la realidad